Cuando me llegó el correo de Netflix anunciándome que había salido el documental de Britney vs. Spears corrí a verlo quería verlo, es un caso que siempre me ha interesado como crítica proceso de interdicción y más cuando se cruza con género.
La narración en primera persona de la violencia de su padre hacia el personaje principal: Camila es desgarradora. Y la indiferencia de su madre ante esta. La historia de su infancia. Los esquemas de masculinidades tóxicas. La violencia entre sus padres que la marcó. El miedo a su padre.
En un mundo Terf, este libro nos invita a mirar las desgarradoras historias de las mujeres trans y cómo esa exclusión contribuye a la discriminación y las situaciones de precariedad. Los abusos y maltratos que viven. Me marcó la frase “a las trans no las nombra nadie, más que nosotras” Como muchas veces tienen que vivir una doble vida, negando quienes son y el sufrimiento que esté implica. Los riesgos de muerte de las mujeres trans diciendo “un año nuestro equivale a siete años humanos”. Aborda los asesinatos de odio a mujeres trans, el maltrato.
Asimismo, muestra la importancia de la creación de comunidad y cómo esto protege a estas personas y las acompaña en una sociedad que las excluye y bien bajo dobles estándares hipócritas. Es muy interesante cómo va narrando las vidas de cada una de las mujeres de esta comunidad, sus dolores, sus luchas y cómo se tratan de apoyar, en un mundo que las rechaza. Los estigmas que enfrentan. Las enfermedades que viven. Y ellas buscan perseverantemente el amor. Y miran la alegría de lo que son la frase “ser trasvesti es una fiesta”, lo ejemplifica. Narra su persecución, su éxodo y la muerte de cada una. Toca tangencialmente el tema de las horribles condiciones de las mujeres trans en la cárcel. Historias que nos recuerda que la cárcel no es la solución.
Este libro nos recuerda lo urgente que es crear una sociedad donde todas tengan cabida, donde no tengas que ocultar quién eres, donde mujeres cómo los personajes maravillosos que narra el libro no sean estigmatizadas ni víctimas de la violencia.
La genial Gay empieza con una gran frase “todxs tenemos una historia y un relato. Aquí ofrezco los míos con mi autobiografía sobre mi cuerpo y de mi hambre”.
Narra la dificultad de hablar sobre nuestros cuerpos, la culpabilidad, las cargas que tiene el peso con una conmovedora sinceridad narrando cómo no se siente bien con su cuerpo, cómo somos unas de las agresoras de nuestros cuerpos
Me identifiqué desde las primeras páginas, yo que también tuve un sobrepeso muy alto, llegué a pesar 120 kg, en un momento de mi vida muy crítico con una situación familiar trágica. Hasta que me hice el bypass gástrico. Me identifico cuando comes para alejarte, para aislarte cuando estás en momentos críticos. Cómo la comida nos sirve para llenar vacíos. Comer para olvidar. Cómo cuando nos tragamos la verdad esta se propaga como una infección y sale de alguna manera. Claro que mi tragedia familiar no es comparable con su violación pero la idea de comer y usar la gordura para castigarme es familiar, así como cuando miras el origen de esta es profundamente doloroso. Asimismo, aunque es un castigo lo ves como un refugio como bien narra Gay. Su camino por enflacar empujado por sus padres me es dolorosamente familiar. Porque sí como dice Gay cuando tienes sobrepeso tu cuerpo se trata de un asunto público porque es algo que no puedes esconder (como el color de la piel).
Reconoce cómo ser delgado tiene un valor social, analizando todos los Reality shows para adelgazar, los anuncios de productos maravilla para bajar de peso, o programas de dietas. Es muy interesante también cómo cruza la expectativa de delgadez con el ser mujer.
Esta valoración de ser delgado me recordó cómo cuando enflaque me di cuenta de esto. Las personas (en especial los hombres) me daban el paso, me abrían la puerta, cosa impensable cuando era gorda.
Gay inspira y nos hace cuestionarnos cómo vemos el mundo, los estereotipos y cómo aunque suene cursi la mayoría de las personas que conocemos están lidiando batallas de diferentes magnitudes. Sin duda, ser gorda me volvió más empática.
Este libro me llegó profundamente al corazón, lo leía y me identificaba en cada página (salvo en la parte de la sexualidad), acompañándome en heridas y cicatrices que aún tengo.
Terminé Persepolis, esta maravillosa novela ilustrada que llevaba años queriendo leer y hoy pude. Es la historia de la vida de la Marji, una mujer valiente y luchadora, en Teherán durante la Revolución Islámica, narrando los exilios, los asesinatos, los supuestos espionajes para ejecutar personas. Narra la ocupación de la embajada de EEUU en Teherán. El cambio del sistema educativo para incorporar principios islámicos. La implementación obligatoria del velo y vestimenta y barba para los hombres. Las sanciones por tener fiestas.
Cuenta las guerras, por ejemplo la invasión Iraki, donde hubo reclutamiento de niños prometiendo el paraíso después de la muerte. La escasez por la guerra. Y cómo la guerra interna era peor que la externa. Narrando el uso de armas químicas que los alemanes les venden a Irak e Irán. Como la figura de Irán se volvió sinónimo de terrorismo, siendo criminalizados. Asimismo, narrando lo que significa huir y dejar tu vida y empezar de cero. Rompe estereotipos entre las diferencias entre oriente y occidente.
También narra sus años de adolescencia (y lo difícil que es esta etapa existencialmente entre 2 culturas) en Viena, con las dificultades de encajar en esta sociedad. Su vida romántica, su acercamiento a la sexualidad. Su regreso a Irán, su educación en una universidad islámica. Cómo enfrenta sus problemas de salud mental.
Las ilustraciones son increíbles y lo narra con una simpleza y complejidad al mismo tiempo que lo hace muy interesante. Pienso cuando narra los cambios que se dan en 1980 ¿cuantos de estos sucederán en Afganistán?
Les recomiendo mucho ver a los 20 años del 9/11 el documental Punto de Inflexión. Explica muy bien el origen del conflicto en Afganistán desde la invasión rusa en el contexto de la guerra fría hasta la salida de las tropas de EEUU el pasado agosto. El costo de las vidas en Afganistán asesinatos, exilios. La responsabilidad de haber proveído armas y fondos a afganos de ambos lados. Recuerda la importancia de proveer armas y fondos por parte de la Unión Sovietica y Estados Unidos.
Explica muy bien cómo se forma Al Qaeda con guerrilleros que vienen de muchas partes del mundo y contribuyen a que la URSS pierda la guerra de 9 años (bueno pensemos EEUU perdió después de 20 años) Analizando el papel de Bin Laden.
Analiza más allá de los terribles actos del 11 de septiembre, analizando el marco jurídico interno e internacional para declarar la “guerra contra el terrorismo” y cómo abrió la puerta a un cheque en blanco para invadir países (por eso se llama punto de inflexión). Ahí es muy interesante el argumento de “terminamos con medios convencionales”. “Las convenciones de Ginebra no aplican por la complejidad y atípicidad de la guerra” (dichos de Colin Powell). En este sentido, muestra tácticas horribles cómo llamarlos detenidos y no prisioneros para que no tengan la protección de las Convenciones de Ginebra. También las maniobras jurídicas para excluirlos de la protección de los Convenios para conflictos armados no internacionales.
Narra todos los errores de EEUU antes y después de los ataques. Antes de los ataques, la falta de comunicación entre las agencias de inteligencia EEUU. Después de la intervención, los errores tácticos, la falta de comunicación a las fuerzas armadas gringas, el mal uso de dinero, con cosas como escoger un uniforme para el ejército afgano con patente generando un costo de 40%.
Y cómo de aquí se suscitaron muchas guerras bajo mentiras (muchas basadas en la confesiones por tortura) creando numerosas vidas humanas. También para los internacionalistas cómo se justificó la tortura y todos los argumentos del uso de Guantánamo para violar derechos.
Narra las posiciones de Bush, Obama, Trump sobre el tema y sobretodo Biden, cómo se enfrentó a generales, esto es relevante hoy que es presidente ¿qué pasará? Y la cuestión de cómo la guerra no llevo a nada bueno, corrupción, inseguridad y a qué la gente apoye al talibán. Qué hay que decir son una guerrilla altamente eficiente.
Ahora ¿qué pasará con las mujeres que han denunciado cómo son azotadas, enfrentado prohibiciones a la educación, burkas obligatorias? ¿Con pueblo afgano?
Y nada mis preguntas ¿quienes son los fundamentalistas? ¿Cuando tenemos derecho a hacer la guerra? ¿A quien beneficiamos?