Opiniones sobre libros, series y películas

Si bien abrí este blog hace 9 años, para compartir reflexiones sobre diferentes temas, hoy me doy cuenta que lo ideal es aprovechar este espacio para compartir mis opiniones sobre los libros que leo, así cómo series y películas relevantes. Pues, al final mucho de ellas son espejos que nos permiten explorar esas ventanas de cómo nos vemos. Con esto busco dar ideas a las personas que buscan qué leer o ver y poder dialogar sobre estos.

martes, 5 de octubre de 2021

Rabia somos todas


Chemaly explora cómo a las mujeres no nos explica nada sobre manejar el enojo y somos sancionadas por esto .Todo sustentado con una amplia documentación lo vincula con a) dolor, b) cuidado y maternidades, c) violencia, d) memoria, e) techos de cristal y disparidad en empresas, medios de comunicación, academia y política.

Cuando lo compré se me hizo muy relevante porque justo hoy en nuestro país (tan solo hace unos días el 28 de septiembre) se han cuestionado los actos de nuestras compañeras activistas por mostrar rabia y enojo en las manifestaciones. 

Nos enseñan que el enojo queda al margen de nuestras emociones o se confunde con tristeza. ¿Qué implica la ira? ¿Cómo se lee la ira dependiendo el contexto y la identidad? Desde niñas nos dicen que él ira es “antifemenina”. Cómo nos enseñan a negar la ira y los efectos de esta. Entonces esta se vive en soledad y no es “conveniente” compartirla y cómo afecta diferentes aspectos de nuestras vidas. Sobretodo la autora narra cómo somos “gaslighteadas” cuando sentimos ira. Cuando una mujer expresa ira es catalogada como loca. Las mujeres somos fiscalizadas por hablar con enojo. En cambio la ira y más masculinidad se refuerzan entre sí. Menciona que la ira es cómo el agua. No importa cuanto intentemos contenerla, desviarla, o negarla: hallará su camino. 

Plantea como hipótesis ¿qué pasaría si lo utilizamos como herramienta transicional? Buscando transformar la comprensión pública de la ira, desde una perspectiva de género. 

La autora empieza analizando cómo afectan los sesgos parentales en la conducta de les niñes. Mostrando cómo de los niños se espera ira y de niñas tristeza. La primera es valorada y la segunda no. Se espera que las niñas sean apegadas, acomedidas y cooperativas. A un niño se le reconoce cuando es rudo y estoico. Así cuando entran a la escuela ya tienen este pensamiento interiorizado. Esto se refuerza con la falta de representatividad de las mujeres (más cuando se cruzan con otros grupos históricamente discriminados) en las artes, memoria, historia y en espacios públicos.  

La discriminación por la edad, la homofobia y el racismo influyen en la forma en que el entorno percibe nuestra rabia no hay momento en la vida en que nuestro enojo sea aceptable. Las adolescentes son consideradas engreída o tontas o malhumoradas cuando se defiende las mujeres mayores que están hartas y no tienen empacho en decirles son unas amargadas, las mujeres furiosa son machorra lesbianas y odian a los hombres.  a todas nos etiquetan, cruzándola con otras identidades, a las muchachas asiáticas como tristes, a las latinas de mecha corta, a las blancas histéricas y negras furiosas. 

Asimismo la autora analiza las diferentes formas en que los hombres y mujeres expresamos la agresividad. También desmiente el mito que los hombres son más agresivos debido a que tienen testosterona se da cuenta que tiene que ver más con un aspecto cultural. 

Analiza el efecto del enojo en el cuerpo de las mujeres, que se manifiestan como dolores de cabeza crónicos. Sin que los doctores indagaran la relación particular entre el dolor y la ira. Se suele minimizar el dolor de las mujeres lo mismo que pasa con su ira

Aborda la carga de cuidados, no solo de los hijos y los familiares, sino de los mismos hombres. Y en general las mujeres dicen sentir ira en el contexto familiar más que en ningún otro entorno.  La presión que se nos impone para ser madres y cómo los ideales se imponen en nuestra identidad. Aborda la presión por volvernos madres. Presenta como la mujer de borra en el embarazo, la violencia obstétrica,  la dificultad de acceso al aborto, el arrepentimiento materno, la triple jornada de trabajo. 

Narra el enojo que nos causa que nos interrumpan, o nos mansplaineen. Esto también lo muestra con las redes sociales y en el sistema de justicia donde tienen menos credibilidad tanto las abogadas, como las víctimas y acusadas.

También explora cómo afecta el silencio en la negación de nuestra experiencia social y la comprensión comunitaria. Y esto tiene que ver con qué hay pocas productoras, intérpretes 

Menciona cómo la sociedad deliberadamente aparta la vista de las injusticias. Narra cómo #Metoo rompe con este silencio y logra expresar la rabia. Muestra con impresionantes cifras los techos de cristal y falta de paridad en las empresas y medios de comunicación de EEUU y cómo el acoso está en todos los sectores. 

Es un libro con la documentación amplísima y con grandes fuentes de información para seguir ampliando esta discusión. Lo recomiendo ampliamente.


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