Esta película sobre la experiencia de Jared un joven, hijo de un pastor bautista en Arkansas que es llevado a una clínica de terapias de conversión. Contando la horrible experiencia en esta. Basado en una historia real.
Cuenta cómo es expulsado de su casa, porque sus padres se niegan a aceptar su sexualidad y lo envían a la clínica. Antes lo envían a pruebas de sangre, tratándolo cómo un enfermo. Cuenta su vivencia en la clínica donde hay hipervigilancia (hasta para ir al baño necesitan ir con un supervisor) y niegan que la homosexualidad sea natural, la ven como una elección. Ejercen control ilimitado e irracional en los participantes. Quienes pierden el control de tu vida, identidad y quitar toda agencia. Todo el tratamiento, que por cierto es carísimo, está basado en lo que Dios quiere. El tratamiento incluye fortalecer roles de género con actividades en donde les preguntan ¿estas actividades son de hombre o de mujer? “Fake it until you make it” Lo aíslan proponiendo sacarlo de la universidad.
Explora el sufrimiento en estas clínicas, la culpa, la exposición de situaciones dolorosas llamándolas pecados. Narra golpes, humillaciones públicas. Narra el papel de los padres enviando a sus hijxs a estas clínicas, los procesos que pasan, cómo daña la relación con sus hijxs. Es una película que rompe el corazón y nos hace preguntarnos ¿cuántas clínicas cómo estás sigan? ¿Cuántas vidas ha trastornado? ¿Cómo erradicar la raíz de estas? Al final presenta cifras indicando que al terminar la película 36 estados permitían las terapias de conversión, y al menos 700,000 estadounidenses habían sido afectadxs por estas.
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